Esas mujeres a las que llaman «locas»

Fréwaka, Juana la loca y Ordem moral abordan la noción de «locura» en femenino y utilizan el cine como medio para estudiar la cuestión de la represión de las mujeres en la sociedad.
Mujeres marginales, calificadas de «locas» o de excéntricas… Hoy son figuras estructurales de la gran pantalla y nos permiten, a través de su diferencia vivida, fantaseada o reivindicada, interrogar nuestra propia percepción de la norma, de la libertad y de las relaciones de dominación. Estas tres películas contemporáneas especialmente seleccionadas por ARTE exploran esta temática: Fréwaka de Aislinn Clarke, Juana la loca de Vicente Aranda y Ordem moral de Mário Barroso. Estas obras ofrecen una fascinante inmersión en el universo de las mujeres incomprendidas, estigmatizadas y a menudo limitadas por una sociedad patriarcal.

Fréwaka: exilio interior, trauma y memoria folclórica

Dirigida por Aislinn Clarke, Fréwaka narra la historia de una joven que, al conocer a otra mujer que ha sido calificada de agorafóbica y paranoica, trata de encontrar un espacio ajeno a la mirada de un mundo que parece resistirse a sus elecciones. La película no aborda la locura como un gesto de rebelión, sino como un repliegue interior, un refugio psíquico en el que el personaje se aísla para escapar de las normas sociales, familiares o religiosas que la asfixian. Esta «locura», percibida desde fuera como disidencia, aparece sobre todo como una inmersión en los orígenes del trauma, un regreso a las zonas enterradas de la memoria. Clarke añade notas de folclore, que actúa como un lenguaje simbólico que permite al personaje confrontar aquello que no puede formularse de otra manera. A través de una puesta en escena inmersiva, Fréwaka propone un retrato sobre exilio interior femenino lleno de matices, donde la marginación nace tanto de la mirada social como de la necesidad íntima de protegerse y comprender su propio legado.

Puedes ver y votar por Fréwaka aquí.

Juana la loca: la historia y tragedia de una reina

Juana la loca, dirigida por Vicente Aranda, vuelve sobre el destino trágico de Juana I de Castilla. Apodada «la Loca», Juana ha sido a menudo percibida como el símbolo de una locura femenina ampliamente atribuible al contexto político y a las presiones familiares, si no completamente fabricada, con el único fin de servir a los intereses dominantes. Aranda retrata con sensibilidad la complejidad de este personaje histórico: una mujer apasionada, víctima de manipulaciones y encerrada en una sociedad patriarcal. A través de la historia de Juana de Castilla, la película examina con destreza la relación entre el poder, las emociones y la percepción social de la locura.

Juana la loca está disponible de forma gratuita aquí.

Ordem moral: las mujeres y la represión social

En Ordem moral, Mário Barroso habla de aquellas mujeres que se enfrentan a una sociedad estrictamente regulada, donde toda expresión de independencia se percibe como una amenaza. La película ilustra cómo las mujeres son catalogadas de «locas» simplemente por haber transgredido las normas sociales o morales de su época. Con una puesta en escena realista y diálogos conmovedores, Barroso destaca el peso del juicio colectivo sobre la individualidad femenina.

Puedes ver Ordem moral aquí.

La locura como espejo de la sociedad

Estas tres películas, aunque muy diferentes en su contexto y enfoque, comparten un punto en común: cuestionan la manera en que la sociedad define y condena la locura cuando esta es atribuida a una mujer. Ya sea a través de la resistencia interior (Fréwaka), del destino histórico (Juana la loca) o de la represión social (Ordem moral), el cine nos ofrece un espejo crítico de las normas que moldean nuestra percepción de la feminidad.